La corteza terrestre está compuesta mayoritariamente por rocas, estas son agregados naturalmente de diversos minerales, sin una forma determinada y de aspecto heterogéneo que se forman por distintos mecanismos ya sean físicos, químicos y biológicos.
La composición química no es constante, aunque cada roca contiene siempre uno o varios minerales que la caracterizan. Por lo general las rocas son solidas y de variable dureza, pero también lo hay liquidas (petróleo) y gaseosas (gas natural)
Las rocas no son cuerpos estáticos, constantemente están pasando por cambios debido a los procesos geológicos que enlazan a los tres tipos de rocas existentes (Ígneas-Metamórficas-Sedimentarias). Es lo que se llama el ciclo de las rocas.