Muchas veces escuchamos hablar de países desarrollados, de subdesarrollados o también en vías de desarrollo, pero para comprender aun mejor esta terminología es necesario saber que “requisitos” debe tener un país para ser considerado como tal.
Si bien no existe un consenso absoluto en cuanto a los criterios que se utilizan para calificar a un país como desarrollado, el primer criterio que se tiene en cuenta es aquel que se logra extraer de los indicadores sociales, sobre la calidad de vida de los habitantes de dicho país.
Es decir que un país que tiene un IDH (Índice de Desarrollo Humano) muy alto y que generalmente promedia entre los 0.8 a 1, junto a otras características como el estatus de una economía avanzada e ingresos altos (PBI), hacen posible clasificar a un país como Desarrollado o también conocido como países del primer mundo. Un claro ejemplo de país desarrollado es Noruega (IDH 0,94).
Por otro lado aquellos países que no han desarrollado una alta industrialización, manteniendo una economía principalmente agricultora, generadores de materia prima y cuyos habitantes no disfrutan de una buena calidad de vida, son considerados países subdesarrollados. Estos países son todos aquellos que están emergiendo económicamente y su PBI y PBI per cápita son menores a los de los países desarrollados, un claro ejemplo de un país subdesarrollado es: Nigeria (IDH de 0,295).